

Para que tus puertas y ventanas de aluminio puedan durar mucho tiempo es necesario que les des un tratamiento correcto, evitando productos muy agresivos. No es necesario que utilices productos químicos, porque con un paño húmedo con agua templada y un poco de jabón neutro vas a conseguir los mejores resultados, retirando el exceso de polvo y suciedad con total facilidad.
Consejos
Evita los golpes y cierres bruscos, para que la carpintería de aluminio no se deforme, teniendo cuidado al cerrarlas o bien utilizando sistemas de cierre gradual. Aunque este tipo de carpintería es muy resistente debemos cuidar nuestras puertas y ventanas y evitar fuertes impactos, para que se mantengan en perfecto estado durante más tiempo.
Para mantener tu carpintería de aluminio es interesante que al cargar los marcos no coloques ningún peso adicional sobre ellos, para que no se deformen y evitar la presión de las hojas de puertas y ventanas contra las corrientes de aire, porque podría llegar a romperlas.
Cuando cierres puertas y ventanas de aluminio asegúrate de que la cerradura no está bloqueada, para que el marco no quede dañado y en el caso de las persianas de aluminio, deberás utilizarlas con cuidado para no provocar ningún tipo de daño o desprendimiento. Es algo que no acostumbra a pasar, pero todas las precauciones son bienvenidas cuando se trata de cuidar y mantener perfectos tus cerramientos de aluminio.
Otro consejo es que ventiles muy bien tu casa, para que no se genere condensación, así evitarás cualquier problema relacionado con la filtración de agua en el interior de tu vivienda. También es importante revisar los canales de desagüe y los raíles de los cerramientos de aluminio, para comprobar que no estén obstruidos y limpiarlos periódicamente, siguiendo las pautas de limpieza que hemos comentado anteriormente.
Utiliza un pequeño cepillo para retirar los restos orgánicos que puedan acumularse en los huecos de la ventana de aluminio y lubrica los mecanismos cuando sea necesario, sobre todo en las partes móviles que se someten a más fricción en las puertas y ventanas, tales como las cerraduras o las bisagras.
En cuanto a los raíles, el engrasado no debe ser excesivo, solo necesita de un paño seco y después un poco de lubricante, retirando después el exceso, para prevenir las manchas.
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